HE ESCRITO:
¡OTRO SIGNO DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA!
MEDITAD, DEDUCID Y DETERMINAD.
GIORGIO BONGIOVANNI
ESTIGMATIZADO
6 DE NOVIEMBRE 2007
LA COMUNIDAD DE GRUGLIASCO SE PREGUNTA: “¿EN LAS MANOS DE LA VIRGEN HAN APARECIDO GOTAS DE SANGRE?”
NOTICIA: LA STAMPA 6 DE NOVIEMBRE 2007
La comunidad de Grugliasco se pregunta: “¿En las manos de la Virgen han aparecido gotas de sangre?”
GRUGLIASCO.
No quieren oír hablar de milagro, pero no hay ninguna duda de que la sangre que ha aparecido en las manos de la estatua sea la sangre de María. En la iglesia de San Antonio de Padova, en la calle Trípoli en Grugliasco, no se habla de otra cosa desde hace meses. Desde cuando, el martes 28 de agosto, por la tarde, la estatua de la Virgen de la Medalla milagrosa (que se le apareció a Santa Caterina Labouré en 1830, a quien pidió que acuñara precisamente, una medalla), empezó a sangrar. Las manos abiertas hacia el cielo se habían impregnado de sangre. Después, todo volvió a la normalidad. Hasta el domingo pasado, cuando por la mañana don Sarino Ormando y otros dos fieles han visto otra vez la sangre en las manos de la Virgencita. Y esta vez ha tenido que intervenir la Curia que declara que “tiene que actuar con cautela”. La Estatua ha sido incautada y una hoja ha sido dejada en su sustitución por parte de don Benito, párroco de la Iglesia Madre El Santísimo Nombre de María en Turín.
Don Sarino, mientras tanto, calla. “El obispo me ha prohibido que hable de esto”, repite. Pero habla a los amigos: “Una emoción muy grande, que hace llorar”. Después se pone en la primera fila y reza. También en este momento que en el lugar de la estatua hay un vacío, sigue rezando el rosario con sus fieles, y espera que vuelva la Virgencita.
La comunidad de Grugliasco se pregunta: “¿En las manos de la Virgen han aparecido gotas de sangre?”
GRUGLIASCO.
No quieren oír hablar de milagro, pero no hay ninguna duda de que la sangre que ha aparecido en las manos de la estatua sea la sangre de María. En la iglesia de San Antonio de Padova, en la calle Trípoli en Grugliasco, no se habla de otra cosa desde hace meses. Desde cuando, el martes 28 de agosto, por la tarde, la estatua de la Virgen de la Medalla milagrosa (que se le apareció a Santa Caterina Labouré en 1830, a quien pidió que acuñara precisamente, una medalla), empezó a sangrar. Las manos abiertas hacia el cielo se habían impregnado de sangre. Después, todo volvió a la normalidad. Hasta el domingo pasado, cuando por la mañana don Sarino Ormando y otros dos fieles han visto otra vez la sangre en las manos de la Virgencita. Y esta vez ha tenido que intervenir la Curia que declara que “tiene que actuar con cautela”. La Estatua ha sido incautada y una hoja ha sido dejada en su sustitución por parte de don Benito, párroco de la Iglesia Madre El Santísimo Nombre de María en Turín.
Don Sarino, mientras tanto, calla. “El obispo me ha prohibido que hable de esto”, repite. Pero habla a los amigos: “Una emoción muy grande, que hace llorar”. Después se pone en la primera fila y reza. También en este momento que en el lugar de la estatua hay un vacío, sigue rezando el rosario con sus fieles, y espera que vuelva la Virgencita.