Minerva Baggio realiza la apertura del evento contando brevemente su experiencia con el gran Padre Magni ya fallecido, teólogo, científico y humanista de quien fue asistente en los últimos años de su vida. En su relato, rico de anécdotas, resurgen el espíritu y la filosofía de este sacerdote de otras épocas.

Pier Giorgio Caria toma la palabra afirmando que la mente divina es pródiga de informaciones, pero que la mente humana puede captar solo algunas. Hoy la tecnología nos ayuda a derribar algunas barreras, pero tenemos que adecuar nuestros conceptos y nuestros conocimientos espirituales: el mismo Cristo, hace 2.000 años, tuvo que adaptar su lenguaje para dirigirse a la gente simple.

Posteriormente Pier Giorgio analiza la situación mundial actual en la que vive nuestra humanidad, dando ejemplos concretos para demostrar cómo la misma se encuentra sometida a un poder al que no le interesa que el pueblo tome conciencia de cómo los poderosos manipulan la información, la economía y todo lo demás, y que no tienen la más mínima intención de ceder su hegemonía y su riqueza. Lamentablemente la Iglesia también hace su parte y tiene un pasado oscuro, habiendo llegado incluso a matar en nombre de Cristo.

Pier Giorgio repasa algunos de los pasajes de la Biblia que hablan del contacto entre los Ángeles (mensajeros) y los hombres; estos Seres exhortan al hombre a aplicar los principios del Evangelio en la vida cotidiana; además agrega que si cada uno de nosotros nos preocupáramos por descubrir la verdad lograríamos encontrarla.

Continúa con su discurso diciendo que nos encontramos al final de los tiempos: lo anuncian diferentes profecías, como las de Juan XXIII o las profecías Mayas; la Virgen misma se lo dijo a los videntes de Garabandal y en otras numerosas apariciones Suyas.

También hay signos en el Cielo y en la Tierra que avalan dichas profecías, como por ejemplo los círculos de trigo, siendo Pier Giorgio un experto en el tema, habiendo visitado y analizado personalmente este fenómeno, claramente no terrestre. Explica brevemente algunos de ellos, como por ejemplo el círculo de trigo aparecido en 2010 con el rostro de Cristo y el del cáliz de la Comunión Crística.

Antes de presentar a Giorgio Bongiovanni, Pier Giorgio proyecta las imágenes de los análisis realizados a sus estigmas en el año 2009 y una reseña de su historia y para la conclusión reserva el video de la sangración y de la profunda experiencia que Giorgio vivió durante la aparición del estigma en forma de cruz en su frente, el 3 de septiembre de 2014 en Fátima, lugar al que se había dirigido por pedido de la misma Virgen, después de 25 años de su estigmatización ocurrida precisamente allí, el 2 de septiembre de 1989 (http://www.unpuntoenelinfinito.com/mensajes-2014/5512-la-senal-de-fatima-y-el-apocalipsis-de-juan-25-anos-despues.html).

Así llega el turno de Giorgio que comienza diciendo: “Me han pedido que hable de Cristo. Pier Giorgio os ha hablado de signos que aparecen en todo el mundo, signos que hablan al corazón de las personas, y que un día todos verán. Todos los signos que ocurren hoy en día, como las apariciones de la Virgen, los estigmas, las esferas en el Cielo, las astronaves, las lagrimaciones de imágenes sagradas, los círculos de trigo, quieren transmitir el mensaje que se remite a una figura que para nosotros es la encarnación Divina: Jesús de Nazareth.

Para comprender la misión que llevo a cabo, que siento y que me ha sido confiada por la Virgen y por Jesús Cristo, tenemos que tener la mente abierta. El valor que os quiero transmitir hoy es la Humildad. Cristo es la encarnación del Amor pero también de la Humildad”.

Explica que la humanidad se encuentra en una situación catastrófica, porque ha dejado prevalecer la arrogancia sobre la humildad y ello fomenta la violencia y el odio.

Así comienza a contar su experiencia personal y la vida de Cristo: “A pesar de que Él fuera poderoso, el Padre lo hizo encarnar en una familia humilde, no eligió el trono, sino que nació en un pesebre y desde el principio nos dio un mensaje: prácticamente desde niño fue perseguido y Herodes Antipas quiso matarlo. (...) Por lo tanto este Dios que se encarna no elige el camino del protagonismo, sino que elige el camino de la humildad”.

Giorgio explica además que los signos que se manifiestan no son para todos, aunque en realidad lo serán muy pronto porque toda la humanidad los verá, ya que Cristo está por manifestarse a la Tierra: “La misión principal que me ha sido dada es precisamente la de anunciar el Retorno de Cristo a la Tierra. Los signos están dirigidos a los humildes, es decir, a una limitada cantidad de personas, ya que apuntan a despertar a aquellos que ya tienen una sensibilidad especial en su corazón. No son para quienes no tienen esta sensibilidad. En el Evangelio dice que cuando le pidieron a Jesús un signo Él respondió que ya no habría signos, excepto el del profeta Jonás que entró en una ballena (platillo volador), el signo de la desobediencia, porque Jonás desobedeció, aunque luego se arrepintió. (...) He viajado durante más de 25 años, he hablado en todas las televisiones del mundo. Por más masiva que haya sido su difusión el mensaje de Cristo no ha sido recibido por todos, sino solo por las almas sensibles a los valores espirituales y que se sienten inspiradas a seguir a Cristo. En el Evangelio dice ‘muchos los llamados, pero pocos los elegidos’. El juicio separará a una gran parte de personas que viven en el materialismo, en el egoísmo, de una pequeña parte de personas, que podrían llegar a ser millones, incluso no creyentes, pero que realizan obras crísticas, a favor de la justicia, de la verdad y del amor”.

Giorgio cuenta una de sus experiencias íntimas con el Maestro Jesús, cuando una noche se manifestó en su casa y lo invitó a comer el pan junto con Él: “No es fácil ser felices en un mundo en el que hay tanto sufrimiento e injusticia, pero lo que tiene que hacernos felices es que Cristo mantendrá Su promesa de regresar a la Tierra. Mientras lo esperamos tenemos que luchar contra el anticristo y yo lo hago luchando contra la mafia, que es una expresión suya (...). Habrá un gran cambio y grandes sufrimientos, cientos de millones de muertos, pero nuestra fe en que Él regresará y juzgará al mundo tiene que permanecer firme. Nuestra Madre Tierra será purificada y albergará una civilización superior. Así llegará el contacto con estos Seres y será directo, pasaremos a formar parte de esta gran familia cósmica. Nadie sabe el día, ni la hora, pero sabemos que éste es el tiempo y los signos  nos lo están indicando. Nosotros no podemos permanecer indiferentes ante este grave momento de la historia de la humanidad, porque Cristo nos pedirá que rindamos cuenta de nuestras acciones, no  podemos quedarnos encerrados en los muros de nuestra ciudadela”...

Antes de llegar a la conclusión del evento Giorgio responde a algunas preguntas del público aclarando ciertas incertidumbres y experiencias espirituales: “Yo tengo que seguir sirviendo a Cristo, si quieres, o si queréis servirlo como yo podemos juntarnos y servirlo unidos... yo no he sido elegido porque soy humilde, sino porque tengo coraje...”

Maria José Lastra

22 de Marzo de 2015