Los personajes que examinaremos son: Sansón, el más famoso de los Jueces de Israel por la extraordinaria fuerza de la que gozaba por la gracia de Dios; David, el joven que derrotó a Goliat y se convirtió en rey y, finalmente, el rey Salomón que construyó el templo más grande de la historia de Israel. Los tres tienen en común que Dios les dio grandes poderes y carisma para poder ser “guías”; privilegio que, sin embargo, debería haber sido puesto al servicio de los demás, y que presuponía fidelidad y obediencia a los valores y a la Ley del Padre.

SANSÓN: DE LA TENTACIÓN AL PECADO

La historia de Sansón se encuentra en el Antiguo Testamento, en el Libro de los Jueces del capítulo 13 al 16. El nacimiento de Sansón tiene lugar en el período en el que Israel se alejó de Dios, volviendo a hacer lo que era malo ante los ojos del Señor. Un ángel de Dios anunció a la esposa de Manoa, que era estéril, que dentro de un año tendría un hijo, no tendría que beber vino ni bebidas embriagantes y tendría que abstenerse de comer cualquier cosa inmunda. El niño por nacer sería un nazareo- consagrado al Señor- porque la navaja no pasaría por su cabeza, siendo un consagrado al Señor, un niño que liberaría a Israel de las manos de los filisteos.

Manoa se asegura de la misión anunciada por el ángel y ofrece un sacrificio a Dios; se da cuenta de que ha visto a Dios y por eso teme morir. Su esposa lo tranquiliza afirmando que, si Dios hubiera querido esto, él no habría aceptado el sacrificio y la ofrenda, ni habría tenido comunicación alguna con ellos y mucho menos les habría mostrado "cosas como estas". Nace el niño, la madre lo llama Sansón, Dios lo bendice y el espíritu del Señor lo inviste en Macane-Dan, entre Zora y Estaol.
La vida de Sansón es una vida de contradicciones. En primer lugar, debería haber sido “un nazareo para Dios desde el vientre de su madre” (Jueces 13:5), sin embargo, continuamente rompe su voto siendo mujeriego y vengativo, y toda su vida demuestra que ceder a la tentación conduce al pecado. El Espíritu de Dios desciende sobre él varias veces, dándole la gran fuerza para luchar contra los filisteos, opresores de los israelitas, así vemos que Dios usa incluso a un pecador para realizar su voluntad, pero no nos permite escapar de las consecuencias de nuestras infracciones a la Ley.

En el Evangelio de Juan, Cristo expresa claramente esta enseñanza cuando, después de curar al enfermo, le dice: “¡He aquí, estás curado! Ahora vete y no peques más, para que no os suceda nada peor” (Jn 5,1-16). Cristo pone en una relación de causalidad el pecado y la enfermedad del enfermo, dando a todos una severa advertencia sobre las consecuencias del error en la vida de cada uno.
La historia de Sansón comienza con una violación de la Ley de Dios. Quiere casarse con una mujer filistea, a pesar de las protestas de sus padres y a pesar de que esto viola la ley de Dios sobre el matrimonio con paganos. Los padres finalmente acceden y lo acompañan más allá de los viñedos de Timnah para pedirle matrimonio a la mujer, cuando un león los ataca y Sansón lo mata.

Después de un tiempo regresa a esa zona, se acerca al cadáver del león y nota que dentro hay un panal y un poco de miel, y la come. Esta es una clara violación de la segunda parte de la Ley de los nazareos: "Mientras esté dedicado al Señor, no se acercará a ningún cadáver" (Números 6:6). Sansón sabe que ha hecho algo equivocado, de hecho, cuando presenta la miel a sus padres "no les dice que había tomado la miel del cuerpo del león" (Jueces 14:9).
Otro incidente sorprendente en el que Sansón viola la Ley es descripto en Jueces 14:10. La velada descrita es, literalmente, una “fiesta alcohólica”. Como nazareo, Sansón debe obedecer las Leyes que se encuentran en Números 6:1-21: “se abstendrá de vino y de bebidas fuertes; no beberá vinagre de vino, ni vinagre de bebida embriagadora; no beberá jugo de uva ni comerá uvas, ni frescas ni secas”. No obstante las Escrituras no indican si Sansón bebe vino u otra bebida fermentada, se trata de una nueva tentación que finalmente lo lleva al pecado.

En este caso, Sansón hace una apuesta sobre un complicado acertijo, su esposa lo traiciona robándole la solución y contándosela a sus compatriotas, los filisteos. Después de todo esto, Sansón mata a treinta hombres. Posteriormente conoce a Dalila y se enamora perdidamente de ella, situación que aprovechan los líderes de los filisteos, prometiendo a la mujer mucho dinero si ella, utilizando las artes de la seducción, consigue que Sansón le revele el secreto de su fuerza, para poder capturarlo. A las preguntas de Dalila sobre el origen de su fuerza sobrehumana, Sansón responde tres veces con una justificación que resulta errónea hasta que, después de mucha insistencia, cede y le revela que su fuerza proviene de su condición de nazareo, https://es.wikipedia.org/wiki/Nazireato - es decir, por el hecho de que nunca se ha cortado el pelo. En ese momento Dalila le corta el pelo mientras duerme, Sansón pierde las fuerzas y acaba en manos de los filisteos.
Así también se viola la parte final de la Ley de los nazareos: “Durante todo el tiempo que dure el voto de su consagración, la navaja no pasará por su cabeza; hasta que se cumplan los días por los cuales se consagró a Jehová, será santo; dejará crecer el cabello de su cabeza” (Números 6:5). Después del corte de pelo, Sansón espera que Dios esté todavía con él: «Se despertó de su sueño y dijo: «Saldré como las otras veces y me liberaré». Pero él no sabía que El Eterno se había apartado de él” (Jueces 16:20).

Debido a violaciones anteriores que aparentemente quedaron impunes, Sansón cree que esta vez también se ha salido con la suya, pero su continua desobediencia ahora ha alcanzado el límite tolerable. Después de haber violado todas las leyes de los nazareos, se encuentra frente a las consecuencias de sus acciones: habiendo perdido sus fuerzas, Sansón es abrumado por los filisteos que le arrancan los ojos, lo llevan a Gaza, lo atan con cadenas de cobre y lo ponen a girar la piedra del molino de la prisión. Cuando su cabello comienza a crecer de nuevo, los filisteos celebran un gran sacrificio en honor de su dios Dagón para agradecerle por haber permitido la captura del enemigo, luego llaman a Sansón quien los entretiene con juegos.

En la casa están todos los líderes de los filisteos y en la terraza tres mil personas observan el espectáculo. En ese momento Sansón invoca al Señor, se coloca entre las dos columnas portantes y grita: "¡Muerte a Sansón y a todos los filisteos!", luego con gigantesca energía hace derrumbar la construcción. Sansón comprende la verdadera fuente de su fuerza, pero no comprende su verdadero propósito: “Entonces Sansón invocó al Señor y dijo: «¡Oh Señor, oh Señor, por favor, acuérdate de mí! Dame fuerza por esta vez, oh Dios, para que pueda vengarme de un solo golpe de los filisteos por la pérdida de mis dos ojos" (Jueces 16,28). Entendemos por este versículo que Sansón está enteramente ocupado en su venganza personal, no está concentrado en servir a Dios, y esto le cuesta la vida: "Fueron más a los que mató muriendo que a los que mató en vida" (Jueces 16,30).

Al final se hizo la voluntad de Dios, pero Sansón no puede darse cuenta de las muchas bendiciones que podría haber recibido. Su nacimiento tuvo como objetivo liberar al pueblo de Israel de los filisteos, que lo habían oprimido durante siglos. Es un claro ejemplo de un hombre enviado por Dios para cumplir una importante misión pero que, debido a las continuas pruebas y tentaciones, se deja corromper, y recibe a cambio los severos efectos de las causas puestas en marcha violando la Ley del Padre y traicionando el propósito de su propia encarnación.
La lección que podemos extraer de la vida de este hombre es que, si caminamos obstinada y repetidamente por el camino de las tentaciones que nos llevan al pecado, sufriremos las consecuencias de nuestra desobediencia. Si Dios nos confía un poder y no somos capaces de utilizarlo permaneciendo humildes y fieles a Él y a Sus leyes, Él nos quitará todo: la retribución kármica y la justicia de Dios son la misma cosa. Hay momentos en la vida en los que "los nudos vuelven al peine", es decir, nos enfrentamos a los efectos de nuestras causas, pero, para quienes eligen servir al cielo, hay momentos en los que una fuerza "externa" (pero aun así vinculada a nosotros) irrumpe en nuestra existencia de manera sutil pero decisiva y nos empuja a elegir: crecer o detenernos, renovarnos o perdernos. Este proceso puede repetirse cíclicamente en función de lo que más necesitamos para crecer.

En Oriente, el concepto de karma negativo está vinculado a nuestras debilidades: se cree que cada uno tiene "sus" demonios (miedos, apegos, ira) que afrontar y transformar en la búsqueda de un estado de iluminación. En estos relatos bíblicos vemos cómo, que más allá de nuestro karma, es precisamente la interacción con las fuerzas celestiales superiores y nuestra lealtad a Dios lo que determina la victoria o la derrota existencial. Escuchando una explicación de Giorgio Bongiovanni sobre el significado de las pruebas y las tentaciones, encontramos exactamente los mismos conceptos: Dios nos envía pruebas en las que necesitamos madurar ciertos valores (de Crónicas de las Arcas, enero de 2016, “La llamada y la palabra ”):

“Seremos llamados a superar una prueba personal que cada uno de nosotros tendremos que vivir y no podremos evitar, que sucederá de aquí al 31 de diciembre de 2017. Una prueba que puede llegar al límite de nuestra tolerancia pero que nunca excederá ese límite. Una prueba, pues, que seremos capaces de superar. Es una prueba que el Cielo nos dará para fortalecer nuestra fe, no para destruirla. En el momento en que nos hagamos fuertes y lo superemos, lo que nos faltaba como valor que había “atraído” ese tipo de prueba, el Señor nos lo dará amplificado por ciento, para consolarnos y recompensarnos por la fe que le hemos mostrado. Porque le habremos demostrado que, si la prueba fue ardua, mayor fue nuestra fe...
No temáis porque no será una prueba nefasta sino una prueba que resaltará nuestras debilidades para que podamos afrontarlas y superarlas. El que es débil en el amor será probado en el amor, el que es débil en la fe será probado en la fe, el que es débil en los sentimientos será probado en los sentimientos, el que es materialista tendrá una prueba material, el que es débil en espíritu será sometido a una prueba espiritual. En estos dos años debemos aprender a ser más constantes, más coherentes, más unidos, más humildes, más presentes y más poderosos...

Ahora, en 2015, es necesario someterse a una prueba, aunque el cielo no nos hará faltar señales importantes para consolarnos. El Padre no nos abandonará, yo lo conozco. El es misericordioso, pero también muy duro y justo. El quiere eliminar los residuos que tenemos arraigados en nuestro interior y que muchas veces nos atan a las cosas de este mundo sin que nos demos cuenta. Por eso es importante bendecir la prueba..."

EL REY DAVID: LA FUERZA DE LA FE

Los acontecimientos de David (2 Samuel 11; 12; 1 Reyes 1) comienzan alrededor del año 1.070 a.C. cuando Samuel, profeta y último de los Jueces de Israel, inspirado por Dios, lo elige como futuro rey de Israel. Durante la guerra entre judíos y filisteos, el soldado filisteo Goliat desafía al ejército de Israel, proponiendo un duelo entre él y un soldado elegido para decidir el destino del reino.
David aún es demasiado joven para luchar en las filas del ejército, pero suele acudir a los soldados para llevar comida a los hermanos, los soldados de Saúl y así, tras otro desafío más de Goliat, David se ofrece a enfrentar al temible guerrero.

Logra convencer a Saúl de que confíe en él, diciéndole que durante su vida de pastor había tenido que enfrentarse a osos y leones, y que siempre había confiado en Dios que lo había protegido. Sin armadura ni espadas ni lanzas, armado sólo con una honda y cinco piedras, David va entonces al encuentro de Goliat quien, al ver a un joven desarmado, está muy seguro de vencer y se burla de David delante de todos.
David responde gritándole que confía en que el Señor lo protegerá, que derrotará a Goliat precisamente para demostrar la grandeza del Señor. En ese momento, sólo con la honda y una piedra, David golpea a Goliat en la frente, quien cae al suelo. Acercándose, con la propia espada del enemigo, David finalmente lo decapita. Los filisteos huyen, pero los israelitas los capturan y los matan. David confía en Dios y el Señor protege a Israel.
Giorgio Bongiovanni, tomando como ejemplo la fe de David, afirma: Nosotros debemos ser como David y decirle a nuestro enemigo que Dios lo derrocará. Debemos inspirar en Dios su justicia”. (Crónicas de las Arcas, “La presencia de Dios todopoderoso en los acontecimientos del mundo”). Sabemos también que la figura de David es central, porque “nuestra tribu es la de David que es también la tribu de Jesús, de Juan Apóstol y del Bautista. La tribu de David fue la que vino de la Atlántida y tenía genética GNA (Crónicas de las Arcas, “La espera del esposo”).

Lo que queremos observar, sin embargo, es la increíble "caída espiritual" a la que llegó el rey David muchos años después de derrotar a Goliat gracias a su fe inexpugnable. El vence en muchas batallas derrotando a los filisteos y logra construir el "Reino de Israel" uniendo Israel y Judea. En la primavera del año siguiente a la guerra con los Amonitas, David decide enviar su ejército para expulsar a los últimos enemigos que se habían refugiado en Rabba, pero el permanece en casa.
En un contexto de absoluta tranquilidad nocturna, David pasa de la cama a la terraza, donde sus ojos se posan en una bella mujer que se estaba bañando, Betsabé. A pesar de saber que estaba casada, David la manda a llamar, se une a ella y ella queda embarazada. A diferencia de las ocasiones anteriores, en las que había dirigido el ejército a la guerra, esta vez David, el rey de Israel, se había escapado de la batalla. Satisfecho, relajado, lejos de pensamientos, luchas y peleas, Davide se abandona a miradas lujuriosas. Sin ofrecer resistencia alguna a la concupiscencia, es culpable del pecado de adulterio.

El rey ungido por Dios, ese David que había derrotado a Goliat, que había masacrado a sus enemigos y mostrado sabiduría y temor del eterno, cae desastrosamente.
Mientras es llamado a combatir, a defender al pueblo como rey, abandona sus deberes y se desploma bajo el engaño de un corazón satisfecho, aunque la obra no estaba terminada, la guerra estaba en curso y los guías, sus hijos, debían ser instruidos todavía. Para encubrir lo sucedido, David invita a Urías a regresar a casa desde el frente para estar con su legítima esposa y, cuando el soldado rechaza este privilegio mientras sus compañeros luchan, David lo envía al frente con la esperanza de que regrese muerto.

De hecho, es consciente de que Betsabé corre el riesgo de ser lapidada por haber traicionado a su marido y espera poder casarse con ella antes de que se sepa que está esperando un hijo. Así sucede: Urías cae en batalla y David se casa con Betsabé, pero a partir de ese momento comienzan los problemas. El Señor envía a su siervo Natán para presionar al rey David a arrepentirse, él realmente se arrepiente y Dios lo perdona, pero ahora debe recibir los efectos de sus malas acciones: "Y ahora, porque me has despreciado al tomar como tu esposa a la esposa de Urías el hitita, la espada nunca se apartará de tu casa. Esto es lo que dice Dios: 'He aquí, yo traeré sobre ti calamidades desde tu propia casa'.
El profeta Natán también le anuncia que el hijo concebido con Betsabé moriría, pero el segundo se convertiría en un rey sabio, y he aquí, que muere el primer hijo de Betsabé. Entonces Amnón, el hijo primogénito de David, obliga a su hermana Tamar a acostarse con él y Absalón, otro hijo de David, se enoja tanto que mata a Amnón. Más tarde, Absalón se gana el favor de muchos del pueblo y se hace elegir rey. Finalmente, David gana la guerra contra Absalón, quien muere.
Mientras tanto, Betsabé da a luz a otro hijo llamado Salomón. Cuando David ya es viejo y está enfermo, su hijo Adonías intenta hacerse rey aprovechándose de la debilidad de su padre, entonces David le pide al sacerdote Sadoc que derrame aceite sobre la cabeza de Salomón, para demostrar que Salomón sería rey, como lo predijo Natán. Poco después, David muere a la edad de 70 años.

Aunque Dios lo había perdonado y había asegurado que su reino continuaría, David tuvo que superar numerosas adversidades dentro de su familia, tal vez porque él mismo había sembrado malas semillas dentro de ella. Al igual que David, nosotros también corremos el riesgo de caer en la complacencia y ser vulnerables a la tentación. El pecado que acecha en nuestros corazones espera la oportunidad de desatar toda su maldad. La satisfacción siempre está a la vuelta de la esquina y nos expone al tentador, por eso es fundamental permanecer en el camino del servicio, para no quedarnos en los caminos de la tentación.
Si tenemos una visión limitada que se conforma con lo que hemos conquistado, si nos sentimos satisfechos administrando lo que hemos logrado, abrimos espacio a la tentación. Como evidencia de su arrepentimiento, consciente de que el cielo todo lo sabe y todo lo ve, el rey David escribe en los salmos (Salmos 26:2): “Examíname, oh Señor, y ponme a prueba; purifica mis oídos y mi corazón."
En un discurso recogido en las Crónicas de las Arcas ("El coraje de decir la verdad"), Giorgio explica bien la actitud que se debe tener para no caer en la tentación de "haber llegado", error que lleva a David a la ruina:
Sobre la viña que es grande y los trabajadores que son pocos:

“El Señor dijo esto porque sabe que muchos obreros no hacen nada y no son productivos y que se sienten quién sabe que, por qué El los llama apóstoles. Aquellos que son los últimos o los que se sienten culpables porque piensan que no están haciendo lo suficiente para el Señor son los obreros positivos que trabajan en la viña. Por eso los apóstoles, que éramos ignorantes, para ganar el paraíso tuvimos que luchar en la sociedad como guerreros, ser ridiculizados, encarcelados y asesinados.

Esto también significa que darnos una vida cómoda en nuestra casita y quizás hacer algunas donaciones o actos de caridad no es servir al Señor. Sólo si son asesinados, perseguidos, burlados y sólo cuando les quiten todo entrarán al Reino de los Cielos, de lo contrario harán la muerte segunda, así dice el Evangelio. Por eso yo hago de todo para ser perseguido, burlado y asesinado.
Luego quizás podamos vivir en un palacio, pero por dentro debemos estar dispuestos a dar toda nuestra vida si se nos pide y tener el valor de ser asesinados, encarcelados y torturados sin pestañear. Si el Señor nos dispensa de esto lo veo como una prueba y por eso voy buscando persecución. Deben entender esta clave para entrar a Su Reino”.

EL REY SALOMON

Salomón (Jerusalén, 1.011 a.C. – aproximadamente 931 a.C.) según la Biblia es el sucesor e hijo de David y Betsabé, tercer rey de Israel y último rey del reino unificado de Judea e Israel. Su reinado está fechado aproximadamente entre el 970 y el 930 a.C. y durante ese período se escribieron los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, el Pentateuco, que antes sólo se transmitían oralmente.
El profeta Natán lo honra con el nombre de Jedidias, "Amigo del Eterno". A Salomón le interesa la literatura y la ciencia, la botánica y la zoología; Recoge y compone numerosos proverbios, los Salmos 72 y 127, el libro de Eclesiastés y el del Cantar de los Cantares. “El Señor se le apareció dos veces”.
Su sabiduría se vuelve proverbial, pero también es un monarca con mano de hierro que divide el país en 12 distritos e impone impuestos bastante elevados. A través de matrimonios concertados, como el de la hija del faraón, consigue mantener en paz las tierras fronterizas y obtener grandes ventajas económicas, demostrando ser un habilísimo político.

Aunque inspirado en una fase inicial por los poderes celestiales, Salomón se corrompe debido al poder y a ese Dios de la materia tan presente en la Biblia y decisivo en la historia del pueblo de Israel: Yahvé. Poder, maniobras palaciegas, riquezas, impuestos, comercio, política, matrimonios de intereses. A pesar de las advertencias del Señor, Salomón no sabe poner un límite y su corazón pierde la integridad.
La grieta fatal está representada precisamente por concertar matrimonios con mujeres extranjeras como expediente político, una práctica que ciertamente no es edificante desde el punto de vista espiritual. Salomón desobedeció las órdenes de Dios, llegando a tener un harén de unas 1.000 mujeres, muchas de las cuales eran princesas entregadas al rey de Israel como garantía de pactos políticos.
Salomón se deja persuadir por estos extranjeros para erigir santuarios a sus Dioses, traicionando el ideal monoteísta que había expresado hacia Dios y hacia el pueblo, y se pierde en la lujuria y en la esclavitud de los sentidos, como leemos en 1 Reyes 11: “Sus mujeres pervirtieron su corazón. Cuando Salomón ya era viejo, sus esposas hicieron orientar su corazón hacia otros dioses; y su corazón no le perteneció mas totalmente Jehová su Dios, como el corazón de David su padre. Salomón siguió a Ashtoreth, la diosa de los sidones, y a Milkom, la abominación de los amonitas.

Así Salomón hizo lo malo ante los ojos del Eterno, y no siguió plenamente al Eterno, como había hecho su padre David. Entonces Salomón construyó en el monte frente a Jerusalén un lugar alto para Kemosh, la abominación de Moab, y para Moloc, la abominación de los hijos de Ammón. Así hizo por todas sus esposas extranjeras, que quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. “El Eterno, por tanto, se enojó con Salomón, porque su corazón se había apartado del Señor, el Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y por esto Él le había mandado que no siguiera a otros dioses; pero no observó lo que el Señor le había ordenado”.
Hoy sabemos que las indicaciones que el cielo da al antiguo pueblo de Israel y a sus reyes tienen como objetivo mantener una integridad de valores espirituales y sociales que se habrían perdido al entrar en contacto con otros cultos, sobre todo considerando que muchos de ellos (como Kemosh y Molek) involucraban rituales y sacrificios que violaban la Ley Universal y por lo tanto conducían hacia Satanás o, en cualquier caso, no conducían a una sociedad justa y dotada de altos valores éticos y morales.

“Entonces, el SEÑOR dijo a Salomón: “Por cuanto has hecho esto y no has observado mi pacto y los estatutos que te había ordenado, te quitaré el reino y se lo daré a tu siervo. Sin embargo, por amor a David tu padre, no lo haré mientras vivas, sino que lo arrebataré de las manos de tu hijo. Pero no arrancaré todo el reino, sino que dejaré una tribu a tu hijo, por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén, la cual yo he escogido. El Eterno castiga la apostasía del soberano, dejando sólo una pequeña parte del reino a su dinastía.

El ejemplo de Salomón muestra lo que le puede suceder a un hombre de Dios cuando permite que "el mundo viva en él": pronto adorará lo que el mundo adora. Por eso Jesús nos recuerda que "estamos en el mundo, pero no somos del mundo" y San Pablo nos dice que "nuestra patria está en el cielo". Es difícil renunciar a la carne y al poder, pero sólo recordando que somos ante todo espíritu podemos someter la materia a nuestros verdaderos valores, sin caer en los "malos caminos" dispuestos a atar las alas que nos permitan vagar libremente entre las cosas de la tierra y las cosas del cielo.
En el próximo estudio examinaremos las vidas de Pablo de Tarso, Pedro y Juan Evangelista para resaltar sus enseñanzas sobre el tema de la prueba y la tentación.

https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2022/10096-el-coraje-de-decir-la-verdad.html

https://www.thebongiovannifamily.com/francesca-panfili/10351-la-presencia-de-dios-omnipotente-en-los-eventos-del-mundo-primera-parte-de-cinco.html

https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2021/9798-asi-ha-hablado-adoniesis.html

https://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2009/mensajes-2007/7340-de-un-discurso-de-la-inteligencia-cosmica.html

https://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2009/mensajes-2004/120-del-arcangel-de-la-luz-.html

https://www.thebongiovannifamily.com/francesca-panfili/9998-la-espera-del-esposo.html

http://www.parrocchie.it/calenzano/santamariadellegrazie/SFOGLIANDO%20LA%20BIBBIA.htm

https://www.gotquestions.org/Italiano/persone-bibbia-mose.html

Michele Lisco
22 Febrero 2024